Un grupo de físicos búlgaros de la Universidad de Sofía cree que los agujeros de gusano, que son tubos hipotéticos que conectan diferentes partes del universo, podrían estar acechando a simple vista como agujeros negros, según New Scientist.
Los agujeros negros son objeto de curiosidad científica porque devoran la materia y nunca la dejan escapar.
Sin embargo, ¿dónde termina todo esto? Durante un
tiempo considerable, los físicos han estado especulando sobre la posibilidad de
que estos agujeros negros estén dando lugar a "agujeros blancos", o
pozos que irradian y liberan corrientes de partículas.
Estos dos extremos, juntos, podrían crear un agujero de gusano o un puente Einstein-Rosen, como los llaman algunos físicos. Esta intrigante hipótesis tiene el potencial de reescribir las leyes del espacio-tiempo tal como las conocemos hoy y extender el tiempo y el espacio indefinidamente.
Según un estudio reciente, la "garganta" de un agujero de gusano puede parecerse a los agujeros negros ya descubiertos, como el enorme Sagitario A*, que se cree que se esconde en el núcleo galáctico.
"Siete años antes, los agujeros de gusano se asociaban exclusivamente con la ciencia ficción", afirmó a New Scientist Petya Nedkova, líder del equipo de la Universidad de Sofía. "Ahora están avanzando hacia las fronteras de la ciencia y la gente está buscando activamente".
Como se describe en una publicación reciente publicada en la revista Physical Review D, el modelo informático recién creado por el equipo implica que puede ser casi imposible discernir la radiación proveniente de los discos de materia que giran alrededor de los bordes de los agujeros de gusano de aquellos que rodean un agujero negro.
En realidad, según su modelo, la diferencia entre la polarización de la luz emitida por un agujero negro y un agujero de gusano sería inferior al cuatro por ciento.
"Con las observaciones actuales no se puede distinguir entre un agujero negro y un agujero de gusano; puede que haya un agujero de gusano allí, pero no podemos notar la diferencia", dijo Nedkova a la publicación. "Así que estábamos buscando algo más allá en el cielo que pudiera ser una forma de distinguir los agujeros negros de los agujeros de gusano".
Sin embargo, Nedkova y sus asociados especulan que futuras observaciones podrían diferenciarlos. Por ejemplo, podríamos buscar luz que aparece como pequeños anillos y podría provenir del agujero negro o filtrarse desde el lado opuesto del agujero de gusano.
Sin embargo, en este momento carecemos de la
tecnología necesaria para ver los agujeros negros de una manera tan directa.
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