Los puntos densos enterrados profundamente bajo la superficie podrían ser trozos reales de un planeta antiguo.
En una nueva investigación, los científicos especulan que la Tierra fue formada por un planeta rebelde del tamaño de Marte conocido como Theia, y aún se encuentran fragmentos identificables del planeta alienígena en el interior de la Tierra.
Los científicos creen que el mismo impacto fatídico
también formó la luna, pero esta es la primera vez que estudian los rastros
específicos del choque que quedan en el manto de la Tierra.
En 2016, investigadores de la UCLA propusieron que la Tierra podría ser en realidad dos planetas que se fusionaron después de colisionar: ella misma y Theia. En ese momento, los científicos dijeron que creían que las dos masas planetarias se mezclaban de manera uniforme. Ahora, Qian Yuan de la Universidad Estatal de Arizona y sus colegas sugieren que los misteriosos puntos densos en el interior de la Tierra son piezas específicas de Theia que aún están intactas.
El equipo de Yuan presentó un artículo a principios de este mes en la 52ª Conferencia de Ciencia Planetaria y Lunar. En él explican:
"Aquí demostramos que el manto de Theia puede
ser varios por ciento intrínsecamente más denso que el manto de la Tierra, lo
que permite que los materiales del manto de Theia se hundan hasta el manto más
bajo de la Tierra y se acumulen en pilas termoquímicas que pueden causar las
[áreas densas] observadas sísmicamente".
Estas áreas densas son “provincias de gran velocidad
de corte baja (LLSVP) del tamaño de un continente”.
Los científicos del estado de Arizona identificaron porciones específicas del interior de la Tierra y modelaron el proceso mediante el cual estas porciones podrían haber golpeado la Tierra primitiva y hundirse en su centro:
“Definimos modelos exitosos en los que los
[materiales del manto de Theia] se hunden hasta el manto más bajo y se forman
en pilas termoquímicas espacialmente aisladas que ocupan entre el 3 y el 15 %
del área del dominio del modelo 2D, similar a los LLSVP actuales que ocupan ~3-
9% en volumen del manto de la Tierra”.
En una entrevista con Vice, Yuan habló sobre cómo se inspiró después de conversar con un colega sobre los LLSVP. “Cuando regresé a mi oficina”, dijo Yuan, “simplemente hice un cálculo muy sencillo en el que comparé el tamaño de los LLSVP con el manto de Marte, porque se creía que Theia era muy similar a Marte. La masa total de la Luna, junto con los LLSVP, coincide casi perfectamente con el manto [de Marte]”.
¿Cómo es posible que los densos materiales de Theia
hayan permanecido intactos durante miles de millones de años? Es una función de
la forma en que funciona el manto de la Tierra, donde por convección circulan
materiales que tienen una determinada temperatura y densidad. Los materiales de
Theia son tan densos que se hundieron y nunca volvieron a flotar a la zona de
convección. Piense en esto como las cosas que se acumulan en una esquina
afilada que es difícil de alcanzar con la aspiradora.
¿Y qué significa que estos materiales permanezcan en las profundidades de la Tierra? Las áreas del “tamaño de un continente” son las porciones más grandes del interior de la Tierra, por lo que comprender cómo se formaron y cómo persisten podría ayudar a impulsar la ciencia de la Tierra. Estas dos enormes porciones se encuentran bajo África occidental y el Océano Pacífico y tienen cientos de kilómetros de espesor, explica el HuffPost.
También podría haber interesantes paralelismos por descubrir, por así decirlo, entre estas porciones densas del manto y la Luna debido a su historia de origen potencialmente compartida. ¿Con qué frecuencia se puede comparar una muestra de roca de 4.500 millones de años de antigüedad que orbita en el espacio y otra que está hundida en el centro de la Tierra? Es el sueño del método científico hecho realidad.
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