La NASA ha calculado la fecha exacta en la que un asteroide podría impactar la Tierra con la fuerza de al menos 24 bombas nucleares.

 Asteroides como Bennu han llamado la atención tanto de científicos como de entusiastas del espacio en la amplia extensión del cosmos, donde abundan las preguntas sobre el universo.



Bennu ha adquirido el apodo de "asesino de ciudades", con una amenazante probabilidad de 1 entre 2700 de golpear la Tierra el 24 de septiembre de 2182. En este artículo, examinamos las muchas facetas de este monstruo galáctico, examinando su peligro inminente, así como el valor invaluable. lecciones que nos puede enseñar.

El potencial amenazador de Bennu

El enorme asteroide de roca espacial Bennu, que mide 1.610 pies de ancho, tiene el potencial de causar una devastación inimaginable si choca con la Tierra. La pura fuerza cinética del impacto, que se lanzó a través del espacio a una increíble velocidad de siete millas por segundo, eclipsaría incluso a la Bomba Zar, el arma nuclear más potente de la historia de la humanidad. Si bien la idea de tal destrucción es indudablemente desconcertante, todavía existe una posibilidad muy pequeña de que Bennu y la Tierra choquen de manera catastrófica.

La misión de la NASA: una odisea de descubrimientos

Bennu, a pesar de su siniestra reputación, se ha convertido en el foco central del proyecto Osiris-Rex de siete años de la NASA. Estamos a punto de aprender mucho sobre este vagabundo cósmico gracias a esta misión. Se espera que Osiris-Rex regrese con una muestra de Bennu, que no sólo nos ayudará a aprender más sobre el asteroide sino que también proporcionará información vital sobre cómo se formó nuestro planeta.

La categoría 'Asesino de ciudades'

Bennu es uno de los pocos cuerpos celestes seleccionados a los que se hace referencia como "asesinos de ciudades". Estos asteroides tienen la capacidad de destruir completamente una ciudad al colisionar. Si bien no hay posibilidad de que Bennu se convierta en una amenaza hasta el año 2.100, sus características orbitales inestables hacen que sea importante vigilarlo de cerca.



El ojo de la cerradura gravitacional

Bennu tiene que atravesar un pequeño ojo de cerradura gravitacional en 2135 para encontrarse con la Tierra en su fatídico encuentro en 2182. Un elemento importante que puede hacer que su órbita se alinee con la trayectoria de la Tierra es este movimiento celeste. Aún así, es alentador saber que existe un 99,96% de posibilidades de que Bennu nos pase de largo en esa fecha sin ningún problema.

Los peligros ocultos del espacio

Aunque no hay mucho riesgo por los asteroides masivos que se dirigen hacia la Tierra, es importante reconocer que puede haber riesgos no identificados escondidos en las sombras cósmicas. Aproximadamente el sesenta por ciento de los asteroides del tamaño de una ciudad asesina cerca de la Tierra aún no han sido vistos, y objetos aún más grandes pueden quedar ocultos por el resplandor solar y no aparecer a la vista hasta el último minuto.

La vigilancia de la NASA

El acontecimiento de Chelyabinsk de 2013 es un recordatorio aleccionador de nuestra fragilidad. Invisible hasta poco antes del impacto, un asteroide del tamaño de una casa causó estragos en Rusia, hirió a cientos y destruyó propiedades. Por este motivo, la NASA trabaja sin parar para mejorar su capacidad de pronosticar objetos cercanos a la Tierra.

El viaje a casa: el precioso cargamento de Bennu

La misión Osiris-Rex es una maravilla de ingeniería y exploración que podría revelar misterios enterrados en lo más profundo de Bennu. Esta nave espacial está lista para regresar llevando una valiosa carga de polvo que fue extraída de la superficie del asteroide. Está previsto que la cápsula que porta este premio se instale en Utah cuando se acerque a la Tierra, culminando un viaje que comenzó en 2021.


Dentro de la vasta estructura del universo, el misterioso asteroide Bennu se presenta como una representación tanto del peligro como de la oportunidad. Su lejano encuentro con la Tierra despierta tanto interés como aprensión. Incluso si hay pocas posibilidades de que se produzca una colisión catastrófica, el conocimiento de Bennu sobre el sistema solar primitivo no tiene precio. La humanidad sigue de cerca el ballet celestial, donde los mundos chocan y surgen misterios, mientras esperamos que Osiris-Rex regrese y revele sus secretos.

  Referencia: NASA

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